Es en este instante cuando mi mente se llena de mil pensamientos,
consciente de la importancia de momentos compartidos,
como si el tiempo fuera eterno, mi alma se envuelve en melancolía.
Hay tanto que quisiera regalarte,
pero la realidad esta en declive y me impide hasta el más humilde obsequio.
¡Te amo tanto! Lo repito, lo susurro,
un millón de veces, demostrando que este amor no es fugaz.
Nada en este mundo alcanzaría
para mostrarte cuánto te amo y cuánto te necesito para vivir.
Pero el amor no se mide,
vivir de esa forma solo nos hundiría mas.
Por eso, con todo mi ser, te entrego lo más valioso que tengo.
Te doy mi alma, mi esencia más pura,
lo más cercano a Dios,
porque sé que algún día, en el cielo, seremos uno.
Te doy mis pensamientos, mis más profundas y auténticas ilusiones,
fuente infinita de inspiración,
y al tenerlas, sabrás que siempre fuiste el único en mi corazón.
Te doy mi esperanza, luz inextinguible,
con ella, nada será imposible de alcanzar.
Te doy mi vida entera, con momentos, risas y lágrimas,
que, al conocerlas, valorarás cada instante.
Te doy mis sueños, expresión profunda de mi sentir,
la fuerza que me impulsa a seguir.
Y sobre todo, te entrego lo más valioso:
mi amor inquebrantable.
Desde el primer día que te vi,
mi vida cambió para siempre,
y ese mi regalo eterno,
que permanecerá, incluso cuando me haya ido.
No quiero irme sin prometerte
que siempre estaré a tu lado,
para amarte, cuidarte,
por ser, merecedor de mi amor.
Y si mi tiempo en este mundo se agota,
solo diré:
"Te Amo, Gracias".
No comments:
Post a Comment