Iluminaba la oscuridad
transformaba el cielo en poesía
y aquella noche se perdía
entre palabras y risas, sin mas.
Quizás recordará,
en un simple reflejo,
los minutos se deslisan y prometera
que no pensara más.
No le creas a quien dice
que con el tiempo se disuelve.
No lo creas, no es triste.
Hay mas para ver.
Dejó un pasado de sombras
buscó un nuevo horizonte
escondió sus miedos en hojas de otoño.
Dejó que se vuelen con el viento.
Cubriendo con prudente silencio.
No ve el horizonte, ni un futuro,
es y siempre sera tiempo sin final.
Solo ve las estaciones atemporal.
Aquella noche preguntó
si sería como todos los momentos
pero ahora los conservará
aunque prometa, en sus intentos.
No le creas a quien dice
que todo se volverá ceniza.
No lo creas, no es asi.
Lo bueno siempre perdurará.
Sin aliento, sin aire.
Corriendo sin descansar,
el recuerdo es lo que no se pierde.
Es la mañana al despertar.
Dejó un pasado de sombras
sin miedo al presente
esa noche de otoño.
Valiente, ciertamente.
Porque la vida es de quien la desea.
Dejó su miedo en el viento,
para tocar un nuevo cielo de nuevo.
y vivir la frescura de cada momento.
